El fútbol es un videojuego regulado en el que se especifican las conductas que se habilitan en el terreno de juego y las sanciones a las que se someten quienes incumplan cualquier tipo de pauta de este código de conducta de las actividades deportivas. Con esta política oficial, el videojuego de fútbol pasa a ser considerado un deporte. El deporte es una tarea voluntaria en la que participa el deportista para lograr un objetivo, batir un récord, derrotar a un oponente, para lo cual debe poner a prueba sus mayores y mejores cualidades físicas, emocionales y cognitivas. p>
La hostilidad se destaca entre las principales cualidades psicológicas. Especificamos el concepto de hostilidad como cualquier tipo de conducta que pretenda dañar literal o emocionalmente a otro organismo, sin embargo en el contexto deportivo el daño creado a los competidores contrarios consiste en golpearlos dentro del marco de las reglas establecidas por cada federación deportiva. /p>
En este caso concreto, diferenciaremos una conducta terrible de una conducta hostil basada en la violación de alguna directriz socialmente aprobada, por lo que una conducta hostil en el fútbol podría ser ldquo.Más aquí https://colombia.as.com/colombia/2018/03/01/futbol/1519905886_977137.html En nuestra página web cargando El jugador contrario está uno al lado del otro, mientras que empujarlo con las manos y los brazos extendidos es un acto terrible, que está: sancionado como algo desagradable en el campo (y socialmente en otras situaciones).
Hostilidad y violencia física en el campo
Los sentimientos en su conjunto se pueden definir como una predisposición a actuar de manera detallada en respuesta a circunstancias y estímulos particulares. Pensando así en los sentimientos, la agresividad sería una cadena de hábitos en los que ciertamente estarían involucradas conductas de protección, asalto, batalla, protección y huida. Estas condiciones se cumplen a lo largo de un traje de fútbol, donde el entrenador planifica la técnica a desarrollar en un partido de acuerdo con las características del equipo contrario y las mejores cualidades de sus jugadores. Planifica el método con el que se golpeará al grupo contrario y cómo resistir sus ataques.
Para Bandura, la agresión incluye una serie de conductas que se aprenden a través de la observación de un modelo que refuerza este tipo de hábitos; sin embargo, para que estos hábitos se produzcan se deben afrontar los problemas del azar y la capacidad.
La posibilidad describe las condiciones (el contexto) en que se desarrolla la actividad y que promueve la manifestación de algunos hábitos hostiles o terribles. La capacidad describe las capacidades que tiene el organismo para crear y estimular tales acciones, ya sean agresivas o violentas. Un tiro penal es una oportunidad para marcar un gol, en la que el infractor tiene la posibilidad de mostrar sus habilidades para dominar y demostrar su superioridad sobre el defensor (el portero o el arquero), o en la que el protector demuestra que es superior al culpable al detener o evitar el objetivo.
Un ejemplo de conducta terrible sería aquella en la que un jugador, al cuestionar propiedad de la ronda, golpea al jugador contrario en la cara, por lo que llega a ser merecedor de un permiso (amonestación o expulsión). Mucho más feroz es la conducta cuando la posesión del balón no está en disputa y el retador es golpeado con picardía. Existen diferentes ocasiones que anuncian la aparición o síntoma de estas acciones en el terreno de juego, de las cuales ya se han comentado dos, sin embargo, no podemos dejar de mencionar otros aspectos inclinados como la historia previa de cada jugador o la percepción. que tiene el jugador en relación con los jugadores del equipo contrario, su actitud hacia ellos, la importancia relativa que ofrece a vencer al equipo al que más probablemente se enfrentará, los premios económicos a los que puede aspirar por tal victoria, además a la suposición que tiene de sí mismo.
Los días previos a algunos videojuegos, y muy especialmente a los juegos de una última o los llamados clásicos Son frecuentes las declaraciones de directivos, equipo de mentores y jugadores, que los medios de comunicación se encargan de multiplicar, desarrollando un ambiente de altas suposiciones y una tendencia a actuar de una manera particular antes, durante y después del videojuego. Las suposiciones dependen de la interpretación que los interesados hagan de estos informes, y por tanto también de su comportamiento. Pueden estar interesados los propios jugadores, los supervisores y el personal de entrenamiento, además del equipo arbitral y el público en general. El videojuego ha comenzado en la zona.
En las gradas: el jugador 12º, el público
Los aficionados en el estadio también juegan y lo hacen aplaudiendo a su equipo favorito con gritos, melodías y vítores, o incitando a la opinión pública al equipo arbitral a pitar una mala jugada o insultando o abucheando a los jugadores del equipo contrario mientras están en posesión del balón. Se dice que la costumbre de aplaudir a los atletas profesionales que competían surgió accidentalmente durante una competencia de torpeza grecorromana y de ahí se extendió a diferentes deportes cuando se observó que el atleta profesional estimulado por lo tanto lo hacía mejor y producía aún más (Bakker, et al. .al. 1992).
En México, el nacimiento de las porristas se atribuye a un partido de fútbol americano entre los Pumas de la UNAM y los Burros Blancos del Politécnico, extendiéndose luego a otros deportes. La cualidad común era que quienes animaban al grupo eran familiares y amigos de los jugadores, a quienes poco a poco se fueron sumando fanáticos del grupo, lo que además llevó a que algunos de ellos desarrollaran encantamientos y alegrías que no sólo sustentaban al equipo en cuestión, pero también molestó y provocó a los seguidores del grupo contrario, por lo que en su momento se les llamó porros.
Durante la Copa del Mundo de 1966 en Inglaterra, surgió un grupo de seguidores partidarios del conjunto inglés. Las cabezas rapadas y la parte superior del cuerpo desnuda, junto con encantamientos insultantes hacia el equipo contrario y lanzarles objetos en el campo eran algunas de sus principales cualidades: son los criminales temidos. Su origen es incierto. Cancio (2002) afirma que un periodista creó un personaje llamado Patrick Hooligan, cuyos atributos más destacados son ser alcohólico y pendenciero. Sin embargo, el escritor lo asocia con el líder de una banda que asoló el campo irlandés a finales del siglo XIX, cuyo apellido era Hooley, motivo por el cual este equipo era conocido como la banda de Hooley.
Este equipo obtuvo mayor notoriedad luego del choque entre Liverpool y Juventus en la Copa de Campeones celebrada por última vez en 1985 en el estadio Heysel de Bruselas, Bélgica. El resultado son 39 muertos y al menos 200 heridos. Su aparición es constante en los videojuegos de la organización inglesa, la violencia es su marca registrada.
En Argentina surgen las Barras bravas. Su nacimiento se atribuye a un inmigrante de origen italiano llamado José Barrita (Cancio, op.cit.) que de joven vivía con su familia en el barrio de La Boca, en una casa ubicada en la vía Olavarría. En 1994 fue sentenciado por ser condenado por la muerte de dos hinchas de River, al salir de prisión, 2 meses después falleció a los 48 años el 11 de febrero de 2001. En vida comandó el equipo más hostil y pendenciero del fútbol argentino. , La 12.
El primer equipo mexicano de seguidores se le atribuye al Pachuca, La Ultratuza (Mercado, 2002). Se contrató a tres líderes internacionales para dirigirlo; un chileno, un costarricense y un argentino. Posteriormente surgieron otros, como el 51 del club Atlas, la Legión 1908 de Guadalajara y el Rebelde de la UNAM, que no es reconocido oficialmente por el establishment (Mercado, op. cit.).
Aspectos que ayudan al síntoma de hábitos hostiles y violentos se pueden considerar la existencia de cientos de aficionados, el uso de bebidas embriagantes, la existencia de defensores del equipo contrario, la importancia del videojuego, junto con la necesidades personales de cada participante específico de estos equipos, como las exigencias de asociación, pertenencia, carencias económicas, emocionales y sociales.
Las necesidades económicas pueden conducir a la animosidad social, encontrando una salida en lugares públicos donde el individuo integrado en una turba libera su amargura a través de la agresión contra una persona que realmente ha sido débil en el área o que lo ha golpeado y que es pensado en impotente (el agravamiento genera hostilidad, Dollard, et.al. señalado por Reeve, op.cit.).
En cuanto a las exigencias emocionales, cabe señalar que la sociedad actual tiende al aislamiento social, creando una cultura en la que se vive la soledad compartida, como ejemplo de ello es la Snake pit Superhighway.orthomatic, que al no saber exactamente cómo usarlo y depender de él, arrastra a las personas a ese proceso de aislamiento y poca comunicación social. La réplica de los hábitos de los dirigentes como forma de identificarse con los mejores (que en realidad pueden ser los más débiles) es uno más de los aspectos que ayudan a la introducción de la violencia física en los estadios, que está terminando siendo mucho más regular y mucho más peligroso socialmente.
Obviamente estos no son los únicos aspectos existentes, pues junto a los procesos mentales existen adicionalmente factores sociales, políticos y financieros que también inciden en la emisión de acciones hostiles y violentas, no sólo en los estadios, sino también en las calles. Recientemente, un parlamentario afirmó que individuos pertenecientes a grupos claramente criminales como la Mara Salvatrucha se han infiltrado en los grupos de porristas de algunos equipos de fútbol (Impacto, 2005).
Los consentimientos impuestos por las autoridades correspondientes para regular prácticas hostiles y feroces han consistido en restricciones de estadios, sanciones económicas a propietarios de grupos, suspensión de jugadores y consentimientos de dirección para individuos en riñas o castigos corporales dependiendo de la gravedad de las actividades. dedicado. También se han considerado algunas redes de seguridad, como colocar cámaras en las entradas del estadio y las gradas, y mejorar la vigilancia, especialmente durante las finales o los partidos supuestamente eternos.
Conclusiones
No se puede decir que todos los participantes de los distintos grupos de apoyo o apoyo a grupos de fútbol que acuden a los estadios sean personas con problemas de adaptación social. Sin embargo, es fundamental considerar que algunas variables psicosociales sí presentan problemas. influyen en la indicación de hábitos hostiles y terribles en diferentes ámbitos deportivos, donde es más probable que al considerar la posibilidad de mantener la confidencialidad, algunos individuos aprovechen la oportunidad para expresar su rechazo y rencor social agrediendo física y vocalmente a otros. , siendo esos otros los seguidores y también los actores del grupo contrario (jugadores y equipo de entrenamiento).
El problema no es básico, su complejidad exige un remedio multidisciplinar que resuelva cada uno de los posibles inicios del mal.